¿Cómo empezar el rezo
cómo iniciar el trino
de aquellos que, con alegría,
esperábamos este bello día?
¿Tal vez con la presentación
de esta explosión de colores?
¿O, quizá, recitando sobre
La felicidad de vuesos corazones?
No soy juglar, trovador
dramaturgo ni escritor
mas inspirado estoy
por la sinceridad vuestro amor
Aquel que se os declaró,
me envía.
Aquel al que enamorasteis,
os viene a rendir pleitesía
Rumbo a la felicidad nos embarcamos,
en la travesía de nuestras vidas,
largo camino tenemos por recorrer
¡Que empresa más dichosa la de querer!
¡No seamos ingenuos!
no durará un solo día
pues, su compromiso es,
para toda la vida
De esta forma piensa
de esa manera siente
y, así, quiere que conste
quien encomendóme la tarea
Talante se me exigía
voz clara y entonada
se me pedía
¡Qué me dirá! Te preguntabas
Así, solo quisiera añadir
Para aliñar la contienda
y finalizar esta hazaña
¡Felicidades Cuñada!